Ahora se ha puesto de moda los collares para llevar la mascarilla colgada mientras no la usamos, ¡pero cuidado! No debemos hacerlo. ¡Descubre si lo estás haciendo bien o hay algo que mejorar!
- Tocarla constantemente y por la parte de delante
La parte frontal de la mascarilla es la primera barrera que nos protege en caso de que nos lleguen los aerosoles o gotas con COVID. Si tocamos esta zona con la mano, las manos se contaminarán, y si no realizamos una buena higiene de manos, podemos llegar a contagiarnos o contagiar a alguien de nuestro entorno.
2. Bajarla o quitárnosla para hablar, toser o estornudar
Cuando cantamos o gritamos expulsamos partículas más penetrantes, pero también se ha observado que el coronavirus se propaga cuando hablamos. Vemos muchas personas que hablan por el móvil por la calle y que llevan la mascarilla bajada: esto no tenemos que hacerlo bajo ningún concepto.
3. La nariz, por fuera de la mascarilla
Es un clásico ver personas que todavía van con la mascarilla tapando solo la boca, con la nariz por fuera. A través de la nariz también proyectamos hacia el exterior con la respiración las partículas transmisoras. El sistema de las vías respiratorias incorpora la nariz y la boca, por lo tanto hay que taparlo todo. Si solo tapamos la boca, se reduce mucho la eficacia de la mascarilla.
4. Espacios entre la mascarilla y nuestro rostro
Es necesario que la talla sea adecuada y que quede muy ajustada a la cara. A veces la mascarilla queda soplada, con agujeros en el lateral, entre la mascarilla y la cara, y esto es un error. Por estas zonas se escapan los aerosoles y las partículas y es una zona libre por la que pueden entrar las partículas con COVID. No tiene que ser una mascarilla ni muy grande, que se nos abre, ni demasiado pequeña que nos dificulte la respiración. Hay diferentes tipos de mascarilla y hay que encontrar la óptima.
5. Llevarla en la barbilla
Cuando no se usa la mascarilla, no se tiene que bajar y dejarla puesta en la barbilla. En el momento que hay que sacarla y la tenemos que volver a usar, el ideal es guardarla en una bolsita de papel o plástico, en una cajita… Tampoco es buena idea llevarla de pulsera o en el codo.
6. Dejarla en la mesa
Del mismo modo que no se tiene que dejar puesta en la barbilla cuando no la usamos (para comer, por ejemplo), tampoco se tiene que dejar sobre una mesa. Dejarla en cualquier superficie no es recomendable. Se puede contaminar la superficie de la mesa y otra persona, pero también podemos estar contaminando nuestra mascarilla si alguien positivo ha hecho el mismo gesto que nosotros previamente.
7. Llevarla colgada del cuello
Tampoco es adecuado llevarla colgada del cuello. No es una práctica recomendable. Cuando no usemos la mascarilla, debemos guardarla y evitar propagar los virus. Si la llevas colgada, es muy fácil que acabe tocando algo.
¿Tienes más dudas sobre el uso de las mascarillas? Consúltanos a través de las redes sociales o ven a vernos a la farmacia y te ayudaremos.